No todo el monte es orégano (o tb hay dias malos)

Hola a todos!

Muchas gracias a todos por visitarme y dejarme vuestros comentarios, la verdad es que anima mucho... :)

Muchos me decís que os gusta mucho el sentido del humor que reflejo en mi blog. Os tengo que confesar que he tenido mucho días flojillos y en esos días no he escrito, y por eso mi blog suele tener siempre el mismo tono "buenrollito" de siempre.

Pero hay días malos. Hay semanas en las que no pierdes peso y te hundes en la miseria. Hay semanas que tienes que decir que NO a eventos a los que te gustaría ir para evitar tentaciones. Y quedarse en casa también es duro.

Hay días en los que te olvidarías de todo y atracarías la nevera, la despensa y el paki de la esquina. Pero entonces te acuerdas del dinero, el tiempo y el esfuerzo invertidos en esto y sales de casa para despejarte y pensar en otra cosa.

Pero entonces sales a la calle y todo lo que ves son bares, llenos de gente, merendando, sin preocuparse por nada. Entonces a lo mejor te apetece quedar con alguien para huir un poco, y ese alguien se come delante tuyo un croisant de chocolate y te dice que si quieres, y le tienes que decir que no. Cuando en realidad SI que quieres, lo que NO puedes.

Luego están las cenas familiares, los cumpleaños, las bodas... y todo el mundo te dice: "Un día es un día mujer". Cuando no se dan cuenta que lo tuyo es un problema, no un capricho. Que lo nuestro es una ENFERMEDAD, y la gente no quiere darse cuenta.

Nadie en un sano juicio ofrecería una raya de coca a un toxicómano y le diría "un dia es un dia"... o un cubata a un alcohólico... pues en nuestro caso es lo mismo, señores. Con la diferencia que el tabaco, el alcohol o las drogas son totalmente prescindibles, pero la comida no. Comer hay que comer. Y poner el límite a lo que comes y a cuánto comes es realmente una pesadilla. Sobretodo cuando alrededor tuyo parece que todo el mundo tiene metabolismos ultraveloces y que no engordan aunque vivan a base de McDonalds.

Perdón por ponerme tan seria hoy, pero es lo que he dicho antes, no todos los días el humor es del mismo color...

Lo que siempre digo, que yo el día que Dios repartió los cuerpos, estaba en la cola de los ojos!